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Sin duda, si no hubiera fracasado múltiples veces en mi vida, en estos momentos no estaría escribiendo este artículo, y ni siquiera existiría INZAHARA.

Como CEO de INZAHARA, he sido invitado a participar en una Jornadas sobre Emprendimiento en un Instituto de Vejer de la Frontera, y se me ha ocurrido presentar una ponencia titulada ‘Aprendiendo del Fracaso’, en ella voy a compartir mi experiencia personal con los reveses de la vida.

Pero realmente qué es lo que no nos gusta del fracaso, sin duda el dolor emocional que nos ocasiona ver nuestras expectativas truncadas, por tanto es un tema de cómo gestionamos nuestras expectativas.

Si le preguntamos a la aplicación de Inteligencia Artificial ChatGPT, ¿Qué es el fracaso?, ésta nos responde:

“El fracaso es el resultado negativo o la falta de éxito en la realización de un objetivo o meta específico. Puede ser el resultado de una mala planificación, una falta de habilidades o recursos necesarios, un cambio inesperado de circunstancias, o cualquier número de factores que impidan que se logre el resultado deseado. El fracaso puede ser emocionalmente doloroso y desalentador, pero también puede ser una oportunidad para aprender de los errores y hacer mejoras para futuros esfuerzos.”

En lugar de ver el infortunio como una experiencia negativa que debe ser evitada, en mi caso los años me han enseñado a verlo como una oportunidad valiosa para aprender, crecer y mejorar en el futuro.

Ser capaz de pasar página y empezar un nuevo tiempo, fluir con las circunstancias presentes como el río que baja de la montaña; hacer lo que corresponde en cada momento y sólo ese momento, es mi actitud en este tiempo.

Esta teoría se basa en la idea de que el fracaso es una parte natural del proceso de aprendizaje y desarrollo. Nadie es perfecto y todos cometemos errores y fracasamos en algún momento de nuestras vidas. En lugar de culparnos a nosotros mismos o a los demás por estas derrotas, mi teoría del fracaso nos insta a verlos como una oportunidad para reflexionar sobre lo que salió mal y cómo podemos hacerlo mejor la próxima vez.

Esta perspectiva del fracaso también sugiere que las personas que tienen una mentalidad de crecimiento son más propensas a aprender de sus fracasos y convertirlos en oportunidades. Una mentalidad de crecimiento implica creer que nuestras habilidades y capacidades pueden ser desarrolladas a través del esfuerzo y la práctica, en lugar de ser fijas e inmutables.

Al adoptar una mentalidad de crecimiento y una perspectiva positiva hacia el fracaso, podemos mejorar nuestra capacidad para enfrentar desafíos y superar obstáculos. En lugar de sentirnos desanimados o desalentados por los fracasos, podemos usarlos como una oportunidad para aprender, mejorar y crecer.

En resumen, esta visión del fracaso nos enseña a no temerle, sino a verlo como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Al adoptar una mentalidad de crecimiento y reflexionar sobre nuestras experiencias de fracaso, podemos convertirlos en oportunidades de éxito en el futuro.

CASOS CURIOSOS:

  • Nelson Mandela, primer presidente sudafricano negro, conocido por su activismo contra el apartheid, expresó: ‘Nunca pierdo, o gano, o aprendo’.
  • Thomas Edison, inventor de la bombilla, famoso por sus muchos fracasos antes de lograr el éxito, decía: ‘no he fracasado, simplemente he encontrado 10,000 formas que no funcionan’.
  • La escritora de Harry Potter, JK Rowling, consiguió el éxito a la edad de 32 años cuando publicó la famosa novela, tras años de penuria luchando contra la depresión y la pobreza.

Si quieres aportar (de forma anónima) alguna experiencia personal puedes usar el formulario para ello, y así ayudarnos a divulgar este mensaje.

José Manuel Relinque, CEO de INZAHARA